jueves, 24 de diciembre de 2009

El arte de la espada


Una buna reflexión para entender cómo aprendemos

Hace unos días leía un artículo llamado “El arte de la espada” sobre un antigua texto japonés del mismo nombre y que habla sobre el dominio que los Samuráis tenían que tener en el uso de la Katana, su espada. Me pareció muy interesante pues este escrito no habla simplemente de una técnica sino de una filosofía completa de vida y sobre como aprendemos las cosas importantes que marcan nuestra vida.

Cuando los Samuráis eran entrenados evidentemente se hacía énfasis en el desarrollo de las técnicas de combate y el uso de la katana, pero esto no era lo más importante o lo fundamental sino el incorporar ese conocimiento sin la trapa de la racionalización o el análisis concienzudo de cada movimiento mientras se ejecuta.

Una de las reflexiones de Moriei Ueshiba da un ejemplo de lo primero

El progreso llega a aquellos que se adiestran ininterrumpidamente; Confiar en técnicas secretas no te llevara a ningún lado.

Para dominar el arte de la espada se requería de largas horas y días que se convertían en años de constancia en el entrenamiento con disciplina y meditación

En el texto habla de que el practicante debe perder, en un momento dado toda conciencia de de sí mismo del miedo a la vida o a la muerte (elemental en un combate, lo que no significa temeridad o estupidez) e incluso de la existencia de su oponente a esto le llamaban “Hurtar el cuerpo”
Además de eso debía dejar que su mente no pensara en las técnicas, ¿Cuál usar o no usar?, ¿Sí era o no apropiada? Pues esta clase de pensamientos podían hacer titubear al practicante y hacerlo caer en el error al infundirle miedo o duda.

Otras reflexiones de Moriei Ueshiba confirma esto

Arroja fuera de ti los pensamientos que te limitan y regresa a la verdadera vacuidad. Sitúate en medio de la Gran Vacío. Este es el secreto del Camino del Guerrero

Finalmente, debes olvidar las técnicas. Cuanto más progresas menos enseñanzas hay. El Gran sendero es verdaderamente un No sendero.

Cuando esto se lograba el samurái sólo ejecutaba sus ataques de manera natural, su cuerpo actuaba pos si solo y su mente dejaba atrás las limitaciones cuando lograba “Hurtar el cuerpo” y se ubicaba por así decirlo en ese Gran Vacío.

Dejes les compart un sueño que tuve una vez respecto a esto o como los supongo

Me encontraba parado en medio de una multitud de edificios en medio de una gran ciudad estilo New York y repentinamente todo lo que pudiera estar a mi vista se desmoronaba como si fuese de arena que es arrastra un fuerte viento, como una tormenta de arena y de pronto me encontraba en medio de la nada, un tanto asustado hasta que pude notar como mis pensamientos se alejaban con aquel viento. Lentamente sentí mi cuerpo fusionarse con el universo había vuelto al principio de todo.

Pero ¿Qué relación tiene esto con nuestro aprendizaje en occidente y en el siglo XXI?

Vivimos en un mundo lleno de información física (Libros, Revistas, etc), pero sobretodo electrónica (Internet, Bases de Datos, CD y DVD) visual y audiovisual que esta por todas partes y en que ouede ser consultada por muchas personas a la vez

Es sorprendente escuchar que a una persona no le alcanzaría la vida para asimilar la información que acceso en Internet en tan sólo cuatro segundos.

El problema no está en la información, tal vez ni siquiera en la calidad o veracidad de la misma; en la que ya de por sí hay que descartar que el 98% es de dudosa procedencia, sino en al utilidad practica que le demos a ésta en nuestras vidas y como la integramos en ella.

¿En qué etapa estamos?

Hay tres etapas por las que se obtiene un aprendizaje: Información, Conocimiento y Sabiduría

En una ocasión le preguntaba a un maestro de la Universidad ¿Cuál era la diferencia entre las tres? A lo que me respondió:

La información es como una pistola como tal, sirve para un fin que puede ser para defenderse o para causar daño, depende en manos de quién este y para qué la quiera, pero por si sola nunca va a accionar.

El conocimiento es el saber usar esa pistola, la técnica, cómo dispararla, saber cómo funciona.

La sabiduría es tener la conciencia de sus alcances, y saber en qué momento se debe o no se debe utilizar, sin razonarlo o meditarlo.

Muchos de nosotros y en varios de los aspectos de nuestra vida aprendemos logramos alcanzar grandes conocimientos pero ese es precisamente el problema no pasamos de la etapa del conocimiento y en otras tantas ni siquiera de la etapa de la información, si no revisen cuanta cantidad de información tenemos en nuestras computadoras o en nuestros libreros de la cual desconocemos por completo.

Debo confesar que yo, quizá como muchas otras personas, soy un experto en construir teorías que difícilmente llevo a la práctica y muchas veces olvido con el tiempo o que ni siquiera se cómo hacer para que den resultados prácticos.

Creo que en mucho se debe a eso a que tratamos de aprender demasiado y terminamos volviéndonos unos parlantes de grandes conocimientos, atesorados de información. Tal vez si aprendiéramos menos, si tuviéramos menos información y si tan sólo pudiéramos aplicar las más vitales como “El arte del espada” sugiere otra cosa sería.