martes, 29 de junio de 2010

El poder del pensamiento flexible



Buenos días queridos lectores en esta ocasión les voy a hablar de un interesante libro con el que di por recordación de otro libro. "El poder de la mente flexible" de el psicólogo argentino Walter Riso.

Cuando comencé a leer este libro espere encontrarme con un solemne tratado de psicología estilo Freud, y para mi sorpresa no fue así Walter Riso usa un lengua claro y asequible a quienes no son doctos en psicología y pienso que al igual que en la Comunicación nuestra misión no es confundir sino aclarar.

La mente rígida.

En la primera parte del libro Walter Riso nos habla de tres tipos de postura en la que pensamos: la mente rígida, la mente liquida y la mente flexible. La primera es curiosamente una postura en la que hemos crecido la mayoría de las personas, si bien es cierto que a lo largo de nuestras vidas cresemos alrededor de un mundo en constante cambio, somos educados por nuestro padres, por la escuela y por la cultura a base de conceptos rígidos, inamovibles y anquilosados.

Nuestra mente comienza a mesurar el mundo y a analizar lo que vivimos a través de estos conceptos y modos de pensar sin dar cabida a la posibilidad de que las cosas puedan ser diferentes a lo que pensamos, así la mente rígida no acepta los cambios, este tipo de mente emite juicios sin aceptar otros puntos de vista aunque las pruebas le lleguen a demostrar lo contrario

Sus creencias están basadas en el dogmatismo al cual apelan por su experiencia personal o porque una autoridad superior (padres, maestros o la religión) lo dice.

Las personas que tienen una mente rígida se caracterizan por ser intolerantes, amargados, resentidos, inseguros, fundamentalistas, no les gusta perder, son perros bravos ante la controversia y defienden su punto hasta la muerte póngase quien se ponga.

La mente liquida.

Al otro extremo se encuentra la mente liquida y Walter Riso la define de esta manera por el principio físico del agua que toma la forma del envase donde se le almacene, es decir la personas con este tipo de mente (en el cual debo confesarles me llego a ubicar mucho) se caracterizan por adaptarse a cualquier creencia o cualquier ideología según les convenga o por miedo a la controversia (la famosa espiral del silencio).

Las personas de mente liquida son aparentemente personas flexibles pero realmente son personas sin criterio y muchas veces sin carácter que se dejan guiar por lo que dicen otros, por lo que dicen los medios masivos de comunicación o por lo que opina las mayorías en una coyuntura.

Sus creencias no tienen base firme, hoy pueden estar a favor de una determinada postura y mañana a favor de otra completamente contraria

Las personas que tienen una mente liquida son tibios en sus opiniones, son como veletas que las lleva el viento y evaden a toda costa la controversia.

La mente flexible.

En medio de estas dos posturas esta la mente flexible y es así porque aunque la flexible puede adaptase al momento o a las circunstancias tiene una base firme que no cae en la rigidez, reste tipo de mente está dispuesta al cambio sin perder su identidad, es capaz de cambiar completamente una creencia o un pensamiento si se le pude demostrar con hechos lo contrario.

Sus creencias se basan en los hechos, en lo comprobable pero sobretodo en la veracidad, verificación y la comprobación, pero están abiertos a otras opiniones y puntos de vista y a tomarlos en cuenta de quien sean.

Las personas que tienen una mente flexible basan sus creencias en tres principios:

La excepción a la regla: El hecho de que mis comprobaciones hayan sido ciertas y validas en "n" número de casos no significa que haya casos en que todo lo que yo creo no sea valido o sea diferente.

El punto medio: En el mudo la creencias tienen sus bases y pueden ser comprobadas, pero mientras una mente rígida se ubica inamoviblemente en una y la liquida navega de la una a la otra sin definirse, la mente flexible es capaz de sopesar ambas de tomar lo bueno de ambas y definir una postura intermedia más aterrizada y cambiante.

El Pluralismo: Es el hecho de escuchar activamente las diferentes opiniones, analizarlas, digerirlas y es la capacidad de ser realmente democrático y de darle a cada uno su derecho a decir lo que tiene que decir sin prejuzgarlo de antemano.

A que nos ayuda la mente flexible.

El pensamiento flexible nos enseña a desarrollar un criterio basado en hechos, a distinguir entre lo visceral de lo racional a construir opiniones después de escuchar a todos los interlocutores involucrados y a ser capaces de cambiar completamente de opinión si nos comprueba que no es cierta o válida para determina situación.

Es ciertamente difícil aplicar el pensamiento flexible porque ello implica la disposición, a romper con nuestra resistencia al cambio, a perder el miedo a tirar abajo esquemas completos de pensamiento y perder las ventajas que siempre nos han dado, pero de lograr, porque podemos lograrlo, tendremos un mayor contacto y entendimiento con las personas a nuestro alrededor.


Agradezco a mis amables lectores sus opiniones, pues son de gran ayuda y la compresión a mi a veces confusa redacción, por el momento paso por una lid sentimental un poco "gacha" pero aquí seguiré cada mes con ustedes buscando nuevos temas en este hermoso mundo de la comunicación.

¡Gracias!