viernes, 12 de febrero de 2010

¿Por qué no podemos sentir amor?


Ya se viene el 14 de febrero y con el toda clase de emociones que giran alrededor del corazón, sí la figurita ésta que ya todos conocemos y fájense que al la fecha no se de dónde y desde cuándo carajos, se asocia la figura corazón con el amor, y a quién chin..ches se le ocurrió


Toda clase de suvenirs en todas las tiendas, Moteles abarrotados y uno que otro automóvil invadido por el vaho de la pasión de los enamorados, la mujer desconcertada, la amante que recibirá su premio, la exnovios que llorarán el amor perdido, los incauto que declararán su amor y esquivarán el mazetazo, corazones que se romperán, corazones nuevos, corazones viejos que regarán, canciones y licor en contubernio y todo en nombre del “Amor”


Muchos en esta época lamentarán no tener un amor (una vieja, un vejo a secas) y tal vez su bolsillo sea el único que este a salvo, más no su triste, seco y marchito corazón (y marchito porque su propio jardinero jamás se ocupa de regarlo).


Pero, ¿Por qué sufrimos tanto por el amor?


14 de febrero se ha vuelto el día oficial para hacer lo que no hacemos, despilfarrar lo que no tenemos, decir lo que no sentimos, creer lo que es mentira y sufrir por quien no nos ama (empezando por nosotros mismos)

Nos han enseñado que el amor de pareja, y digo de pareja porque la neta no se cómo llamarle, es el único que existe y que además no tenerlo es una desgracia y de verdad creemos, vivimos y lo peor sufrimos esa desgracia sin saber por qué.


El origen


Todo ser humano necesita amor. De hecho todo ser viviente, por lo menos que este dentro de una escala genética que pueda ser considerado una “Criatura Social” desea y necesita también amor, es lo que le permite florecer y desarrollarse.


En la medida en recibimos amor y aprendemos darlo, crecen nuestras carencias afectivas, pudimos haber sido niños sobreprotegidos y mimados o completamente abandonados pero igualmente dependiendo de nuestros factores emocionales y genéticos sentimos esas carencias de manera inconsciente y este sentimiento viene una necesidad Egoísta no superada


Cuando nos concibieron teníamos todo un útero materno encargado completamente de nuestras necesidades, al crecer vimos nuestro espacio reducido y esa fue nuestra primera frustración. Después nacimos y sentimos frío y hambre, descubrimos que teníamos que movernos para obtener alimento del pecho de nuestra madre.

Paso a paso y con el tiempo teníamos que ser más independientes, conforme superamos o no estas etapas, en esa medida creció nuestro Egoísmo esa concentración en nosotros mismos y nada más.


¿Cómo crecen las necesidades de aceptación (Las dependencias)?


Nuestra egolatría cava dos posos profundos: o insistimos en dominar a los que nos rodean o en depender demasiado de ellos.

De esta manera crece mi inseguridad y se vuelve rencorosa. Cuando habitualmente trato de manipular a otros, estos se revelan y me detienen enérgicamente.

Entonces se desarrolla el amor propio lastimado, el sentimiento de persecución y de venganza. A medida que redoblamos nuestros mis esfuerzos por controlarnos por aparentar las cosas y callarlas, pero en realidad continuamos fallando, el sentimiento se agudiza y se hace más constante.

Nuestro egoísmo aunado a lo que vivimos en nuestra familia y el grado de daño de nuestros instintos Sexual, Emocional, Material y Social nos formó un carácter o una personalidad enfocada a la dependencia o al dominio

En ambos buscamos controlar a las personas y las situaciones a nuestra conveniencia, eso es el Egoísmo puro, ya sea siendo Sumisos o Dominantes.

En la Sumisión buscamos ser lacerados para que la persona a la que decimos amar note nuestra disposición Es importante complacer a los demás, para que así noten que soy importe, que me necesitan y que sólo yo y nadie más esta dispuesto a soportar por amor, muchos que hemos vivido la sumisión creamos la fantasía de que: Algún día te haré sentir lo que me haces sentir y aprenderás, en una analogía es como si al no poder pasar por una puerta cerrada me humillo para pasar por debajo de ella para, y una vez adentro, tomar venganza.

En la Dominación buscamos que la persona dependa de nosotros por medio del miedo, Soy importante y que no se te olvide, creamos la fantasía de que: Si te humillo demuestro ser más fuerte que tú y si dependes de mi no te vas a ir, entonares nos justificamos con frases como: Lo hago por tu bien y porque te amo, Se que te amo y te necesito demasiado, pero comprende que a veces me haces enojar y sabes que tienes que estar conmigo porque otra persona no te va a aceptar como eres.

Las dependencias son muy sutiles y pueden disfrazarse de buenas intenciones, y no es que no lo sean, pero no están motivadas por el amor sino por la necesidad de sentirnos indispensables para esa persona a la que decimos amar


Por estas carencias llegamos a sentirnos Héroes, Maestros, Abogados, Doctores, Reparadores domésticos y hasta Sicólogos particulares de ella, entonces nuestras necesidades se justifican por medio del orgullo, un mensaje oculto de “Lo vez me necesitas, y me gustaría que así fuera porque no se vivir sin ti”


Las exigencias exageradas a otros de atención protección y cariño provocan en esas personas, tiranía o repulsión, dos emociones tan malsanas como las mismas que las provocan


Si analizamos toda inquietud que sentimos, las grandes y las pequeñas, encontraremos en su origen alguna dependencia malsana y la exigencia malsana derivada de esta dependencia. Si sbandonamos estas exigencias obstaculizadoras. Entonces nos veremos liberados para vivir y para amar.


La corriente efectiva no puede fluir hasta que no se rompan nuestras dependencias paralizadoras - hasta que no se rompan a fondo. Solamente entonces nos será posible tener siquiera la más remota idea de lo que realmente es el amor


¿Por qué crecen y se apoderan de nosotros las necesidades afectivas?


MIEDO, el miedo que es una enfermedad en si nos obstaculiza, el miedo puede ser racional sólo cunado nos conduce a la prudencia, pero no así el miedo irrazonable que es la causa de muchas de nuestras desgracias.


El miedo irrazonable a que nuestros instintos no se satisfagan nos impulsa a codiciar bienes ajenos, al deseo inmoderado de satisfacciones sexuales y de poderío, a enfadarnos cuando las exigencias de nuestros instintos se ven amenazadas y a sentir el malestar crónico que produce la envidia cuando las ambiciones de otros se logran mientras las nuestras no. Comemos, bebemos y arrebatamos más de lo que nos corresponde con temor a que no nos toque lo suficiente. Y con genuina alarma ante el trabajo, permanecemos indiferentes (nos vale madre). Flojeamos y lo dejamos todo al último o para después y, a lo máximo trabajamos a la mitad de nuestra capacidad y a regañadientes.


Niveles del amor


En lo referente al amor existen tres nivelas del que nos habla el Padre Phau


El físico


El amor físico viene de nuestra urgencia biológica, es generado por el instinto sexual, el instinto sexual es el más poderoso por ser el encargado de mantener a lo humanidad y a los seres vivos en general y es verdaderamente un don de Dios, es parte de la naturaleza y de una relación sentimental, pero no es el único objetivo.


Cuando el instinto sexual se vuelve nuestro único objetivo buscamos la satisfacción, y esto no es malo, pero cuando es motivado por un daño se genera una frustración y la búsqueda de los placeres sexuales y físicos se convierte en una carrera en la que la verdadera satisfacción NUNCA, pero NUNCA se alcanza, nada es suficiente, entonces surgen las perversiones sexuales de las cuales se alimenta la Pornografía.

Llega un punto en que la pareja ya no nos complace y buscamos, otra y otra, y otra… Este tipo de amor sólo se detiene en el cuerpo, lo importante es lo material, la imagen, el poder, el prestigio y el dinero.


El psicológico


En el amor psicológico ya no buscamos sólo el cuerpo, la imagen, los bienes materiales, el poder, el prestigio y el dinero, nos complacemos con lo que la persona es como persona, su conversación y el tiempo que pasamos a su lado, pero la experiencia emocional y su embriagues nos hacen creer que encontramos la excelsitud, el cielo en la tierra, el romanísimo no enloquece y juramos amor eterno y divino, pero realmente no pasamos de un amor psicológico, aceptamos a la persona tal cual es, con defectos y virtudes, pero en el fondo seguimos buscando la satisfacción de nuestras necesidades afectivas en base a nuestras preferencias personales y no en un amor legitimo que simplemente fluye.


El espiritual


El amor espiritual de cual Jesucristo fue uno de sus más grandes exponentes es aquel que ha superado todas las barreras físicas y psicológicas, LO IMPORTANTE ES AMAR Y NO SER AMADO, no hay absolutamente ninguna dependencia, de ninguna clase, la persona a la que se ama puede no estar con nosotros, puede amar a otro o incluso estar muerta y nuestro amor sigue creciendo. Esto no significa de ninguna manera sufrimiento porque para alcanzar el amor espiritual primeramente se debe tener un profundo amor por uno mismo, no un placer vanidoso porque en el fondo esto no es amor, sino una verdadera humildad, el ser y saber exactamente quienes somos y aceptarlo eso nos hace verdaderamente libres e independientes.


Los verdaderos amantes son como dos pilares que sostiene el mismo techo y aun así son independientes. Ese techo, es el amor. Entrelazados, compenetrados, pero aun así independientes, no hay miedo a mostrarse ellos saben quienes son conocen su belleza interior, su perfume interior, pero no se invaden.


Un ligero acercamiento al amor


Yo siento (y lo digo porque he caído, una y mil veces en ese bache) que la razón por la que sufrimos por amor es porque creemos una y otra vez que el amor es una meta, es un destino y no una manera de vivir en armonía con el todo, no sabemos como es, su magnitud y lo que significa

El significado del amor es algo que su humilde servidor no podría definirles, es algo mucho más grande que toda esa clase de dependencia cambalachera, porque a eso hemos reducido el amor a un trueque en el que damos esperando recibir y lograr un buen Negocio.


¿Dónde quedó la amistad, la familia, el perro, Dios y todo nuestro entorno lleno de amor?, podríamos preguntarnos


Saber que es el verdadero amor es un tema difícil, alguna vez un amigo me dijo que el verdadero amor se conoce cundo uno aprende a vivir la palabra SERVICIO en su completa dimensión, decía atinadamente “Cuando puedas servir a otros, recibir una mentada de madre a cambio y aún así seguir teniendo sinceros deseos de servir, entonces sólo entonces me dices lo que es amar de verdad”


Desde mi punto de vista sólo se puede amar cuando uno se conoce a sí mismo, para luego abandonarse a sí mismo, sólo cuando uno es capaz de dejar de pensar en sí mismo, es capaz de amar de verdad, y no me refiero a un servilismo masoquista sino a una verdadera libertad, porque aun en el masoquismo uno tratamos de complacer a otros y hacemos intentos desesperados de que estos lo noten, cuando en el fondo lo que buscamos es su atención y reconocimiento.


El grado máximo de esto es “El amor espiritual” pero llegar a este punto se requiere de mucha entrega y difícilmente existen humanos que amen de esta manera, yo hasta el momento no conozco ninguno.

Bueno la verdad es que ni yo entiendo bien a bien todo esto, Ojalá lo entienda algún día…


Par finalizar sólo quiero decirles que sí este 14 de febrero no tienen a quien amar, tal vez sería bueno dar una visitadita al espejo y alguien nos esté esperando… ( Y esa va para mi también eh!).