lunes, 22 de marzo de 2010

Comunicación sexual


Lo que uno le por ahí.

Hace tiempo le leí un excelente libro llamado “El tamaño si importa” de Fernanda Familiar al cual yo llamaría “El sexo en México, El tamaño de la estupidez y de la ignorancia”, claro que sería un título menos elegante o llamativo que el que ella le puso, pero no menos alejado del sentido que quería darle. Debo confesarles que aunque no dude en comprar este libro en cuanto lo vi, si venía muy prejuiciado a encontrarme con un libro “Feministoide” de sexo, desventura y conmiseración femenina estilo lo que callamos… ya saben de qué les hablo.

Mi sorpresa fue otra, me gusto su contenido y la forma de expresarlo, sobre todo la de los expertos en el tema, pero bueno mi intensión no es hablarles del libro, mejor léanlo y juzguen ustedes mismos.

Quiero más bien hablarles de este tema, pero en lo que se refiere a este apasionante mundo de la comunicación humana pues al fin y al cabo el sexo y comunicación son aspectos humanos y se relacionan con nosotros

Hablemos de niveles de comunicación

Antes de entrar al tema quisiera hablarles de algo que me parece muy importante y un buen preámbulo para hablar de lo que es propiamente la comunicación sexual y que es importante no sólo para este sino básicamente para cualquier comunicación humana

John Powel en un precioso libro que se llama “Porque tengo miedo de decirte quién soy” habla de 5 niveles en los que los humanos nos comunicamos los unos con los otros, y esto que les menciono me parece importante porque es aquí donde radica gran cantidad de problemas que terminan destruyendo cualquier tipo de relación desde los compañeros en la escuela o el trabajo hasta los amantes en la cama

Los niveles que menciona Jon Pawel van del más bajo al más alto y los mencionó rápidamente

1. Trivial: El clásico ¿Hola cómo estás? Yo bien y tú también, Hablar de Football y Telenovelas
2. Hechos externos: Lo que le poso a Fulano y a Sultano o en China en las noticias
3. Opiniones e ideas: Lo que pensamos de la política, la moda, la religión, etc.
4. Emocional Superficial: Lo que nos gusta, Lo que nos molesta pero de manera todavía superficial
5. Emocional Profunda: Cuando podemos decir a otros Qué y Quiénes somos y lo que sentimos realmente, sin miramientos, sin mascaras y sobretodo sin miedo a expresarlo.

Aquí hay una regla muy básica y elemental, si queremos conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás debemos procurar elevar nuestro nivel de comunicación con las personas que nos rodean según el lugar y la situación pero principalmente con aquellas personas que son las más allegadas a nosotros como la pareja con quién finalmente y en muchos de los casos compartimos no sólo un vinculo emocional sino sexual.

Ojo, que aumentar el nivel de comunicación es directamente proporcional al grado de riesgo y por ende de responsabilidad que esto implica, es un riesgo muchas veces necesario pero al que muchas, muchas personas no están dispuestas asumir. Y aquí va la primera pregunta ¿Qué tipo de comunicación deseamos y a que estamos dispuestos?

¿Educación sexual?

Sí y lo menciono como pregunta porque esa es la verdad, por lo menos en nuestro país y es aquí donde pongo el dedo en la llaga

Han pasado los años y sigo escuchando las mismas historias de desgracias en lo que al terreno sexual se refiere

Adolecentes embarazadas, Contagiados de Sida, Infidelidades, Prostitución, entre tantas otras, y hay algo que desde siempre me ha molestado sobremanera, y perdón que lo diga de así tan vulgar, es esa estúpida preguntita que muchos se hacen ante tales problemas

¿Por qué sucede esto si hoy en día hay mucha información, si hay Educación Sexual en las escuelas?

Me molesta esta pregunta en primer lugar porque no es lo mismo Informar, que Comunicar y muchísimo menos Educar

Si bien es cierto que vivimos en una época en que la información (incluyendo la sexual) puede viajar en grandes cantidades y a gran velocidad con este medio llamado Internet, que las escuelas desde los niveles de primaria imparten lo que llaman Educación Sexual desde el último nivel de la primaria, también es cierto que todos estos medios ha resuelto muy poco en el campo vida sexual real.

En segundo lugar porque la sexualidad no sólo implica Factores Biológicos sino Ojo y muy importantes Factores Sociales a los cuales se les da poca o nula importancia.

La Educación Sexual se ha reducido a seguir enseñando diagramas de Penes y Vaginas, a hablar de cambios biológicos, de métodos anticonceptivos (de los cuales francamente recuerdo muy pocos), de su uso y a toda una serie de explicaciones y conocimientos de anatomía sexual humana que si bien son sumamente necesarios no suficientes en la práctica.

Y en tercer lugar y porque dígase lo que se diga y pésesele a quien le pese en México sigue siendo un Tabú hablar de Sexualidad en el sentido del Placer, y eso es algo que se ve en la forma en que nuestra sociedad sigue guardando las formas en asuntos como La virginidad en la mujer y las relaciones sexuales prematrimoniales, la homosexualidad, la masturbación, la pornografía, los juguetes sexuales (que en México les tenemos terror)entre otras.

En conclusión la Educación Sexual sigue estando llena de mitos, cercada de formalismos morales y que tal parece que sólo busca cumplir como requisito en un programa educativo y no como una trasformadora de la vida sexual de la las personas que es lo que debería hacer.

¿Dónde quedo la bolita?

La comunicación sexual es eso, el acercamiento a ese conocimiento que nadie nos enseña, empezando por abrir los canales de comunicación con las personas a nuestro alrededor, con cosas tan simples como un ¡Hola! O un ¡Buenos Días!, aumentando nuestros niveles de comunicación con nuestros cercanos en especial con nuestra pareja, especialmente con la que nos relacionamos sexualmente.

Debemos perder el miedo a conocer nuestros propios cuerpos, lo que nos gusta, lo que no nos gusta, lo que nos produce placer y cómo, nuestros miedos, nuestros tabúes y nuestros fantasmas y comunicarlos al otro enseñarlo a tocarnos y que nos enseñe a tocarlo.

El sexo por placer no es malo y es algo a lo que tenemos derecho, así como a informarnos con sexólogos, con terapeutas, con programas que fomenten el trabajo con nosotros mismos y con nuestras emociones y que nos acerque más al autoconocimiento en todos los aspectos incluido por supuesto el sexual.

Tenemos derecho a experimentar en una base de respeto y comunicación con nuestra pareja todo aquello que nos ayude a mejorar nuestra vida sexual a hacerla más placentera y por ende a sentirnos mejor con nosotros mismos.